top of page

Entre el Corazón y el Mandato

Mujer Raíz - Eka Emotion - Janeth Arenas
Mujer Raíz - Eka Emotion - Janeth Arenas

Decidir desde el Alma

by Mtra. Janeth Arenas


En la vida de la Mujer Raíz —esa cuidadora incansable que sostiene, nutre y contiene a todos a su alrededor—las decisiones rara vez son un acto libre. Más bien, se viven como un campo de batalla interno: en un lado, el corazón, con sus deseos genuinos, sus anhelos de expansión y sus susurros de alma; en el otro, el mandato, esa voz heredada que dicta lo que “se debe” hacer, aunque duela, aunque desgaste, aunque anule.


El mandato no nació con ella. Creció como una enredadera en su árbol familiar. Se alimentó de frases repetidas generación tras generación:

“Primero los demás, luego tú”

“No seas egoísta”

“Es tu deber aguantar”

“Las mujeres de esta familia siempre han sabido sacrificarse”


Así, la Mujer Raíz aprendió a tomar decisiones que aseguraran la paz de todos, menos la suya. Aceptó trabajos que no la llenaban para sostener a otros. Guardó silencio ante injusticias para no incomodar. Siguió caminos que no eran suyos para cumplir con expectativas ajenas. El costo invisible Decidir desde el mandato es decidir desde el miedo: miedo a decepcionar, a ser señalada, a no pertenecer. Este miedo produce un tipo de fatiga emocional que no se nota al principio, pero que va robando la vitalidad. Las decisiones tomadas así son como raíces viejas: sostienen, sí, pero no permiten florecer. El costo es alto: se pierde la capacidad de escuchar la voz interior, se pierde la brújula del alma, y con el tiempo, la mujer deja de reconocerse en el espejo de su propia vida. La vía del corazón Decidir desde el amor no significa olvidar a los demás. Significa incluirse a sí misma en la ecuación. Es reconocer que toda decisión es un acto de creación y que, cuando nace del amor, genera vida en lugar de agotamiento.


En biodescodificación, sabemos que el corazón es un órgano de coherencia: cuando nuestras acciones se alinean con lo que sentimos, todo el cuerpo vibra en armonía. En cambio, cuando las decisiones se toman desde el mandato, el cuerpo se inflama, se tensa, y la energía vital se dispersa.


Claves simbólicas para decidir desde el amor

Escuchar el cuerpo antes que la cabeza

Antes de decidir, observa: ¿tu respiración se expande o se contrae al pensar en esa elección?

El cuerpo nunca miente.


Nombrar el miedo

Pregúntate: “¿Esta decisión nace de la confianza o del temor?”. Nombrar el miedo es el primer paso para que pierda poder.


Recordar tu linaje pero no obedecerlo ciegamente

Honrar a las mujeres que te precedieron no significa repetir su dolor. Puedes agradecer sus raíces y elegir crecer hacia la luz.


Crear un ritual de decisión

Encender una vela, poner unas gotas de aceite esencial en las manos, cerrar los ojos y visualizar el camino que se abre si eliges desde el amor. Esto ancla la decisión en lo sagrado.


Escribir tu compromiso contigo misma

La Mujer Raíz florece cuando recuerda que ella también merece cosecha.

Una decisión amorosa es siempre expansiva. Cuando decides desde el amor, sientes paz incluso ante la incertidumbre. Tu pecho se abre, tu respiración fluye, y algo dentro de ti sonríe.

Es la certeza silenciosa de que tu alma está al mando.


La Mujer Raíz que aprende a decidir así no abandona su raíz… pero deja de estar atada. Sus raíces se vuelven flexibles, capaces de nutrirla mientras sus ramas se atreven a buscar el sol. Porque al final, toda decisión es una semilla. Y la pregunta que nos devuelve al corazón es sencilla: ¿Quiero que lo que siembre hoy nazca del amor o del miedo?

 
 
 

Comentarios


  • Facebook
  • Instagram
  • TikTok
  • X
  • YouTube
  • Telegrama
  • LinkedIn
  • Pinterest
bottom of page