El giro del destino
- Janeth Arenas

- 29 sept
- 2 Min. de lectura
El ciclo que no controlas
by Mtra. Janeth Arenas

La vida es un mandala en movimiento, una rueda que nunca se detiene. Cada etapa —la niñez, la juventud, la madurez— nos entrega aprendizajes, y cada dolor esconde un mensaje para devolvernos al centro. Cuando la rueda se atasca, no es castigo, es invitación: observar dónde nos detenemos, qué emoción olvidamos, qué palabra no dijimos. Migrar entre las estaciones internas del alma es el mayor viaje humano; avanzar requiere desapego, soltar lo que pesa y permitir que lo nuevo nazca.
Muchas mujeres cargan con pensamientos limitantes como:
“La suerte nunca está de mi lado.”
“Tengo que aguantar porque así es la vida.”
“Si me va bien, seguro después vendrá algo malo.”
“Así me tocó vivir.”
Estas frases, repetidas de manera inconsciente, construyen una rueda de estancamiento. Y cuando el pensamiento se estanca, el cuerpo lo grita.
Posibles manifestaciones físicas
Desde la biodescodificación, estos pensamientos suelen reflejarse en:
Problemas digestivos: dificultad para “digerir” los cambios de la vida. (Digize)
Mareos o vértigos: miedo a los giros inesperados. (Valor)
Problemas de rodillas: resistencia a inclinarse y aceptar lo que llega. (Panaway)
Insomnio: incapacidad de confiar en que la vida se mueve con un orden mayor. (Lavanda)
Acto psicomágico práctico
Haz tu propia Rueda de la Vida simbólica:
Dibuja un círculo grande en una hoja y divídelo en 8 partes (como una flor o mandala).
Escribe en cada sección un área de tu vida: salud, emociones, familia, pareja, trabajo, amistades, espiritualidad, creatividad.
Colorea cada área con un tono que simbolice cómo te sientes ahí (intenso si estás plena, tenue si está vacío).
Después coloca una vela en el centro del círculo y enciéndela. Declara en voz alta:“Hoy giro mi rueda, libero lo que pesa y avanzo hacia la plenitud que mi alma merece.”
Cierra los ojos y sopla profundo, imaginando que tu aliento empuja la rueda hacia adelante.
Este acto simple mueve energía, conciencia y propósito, pero al mismo tiempo te da la claridad práctica de ver tus áreas y cómo equilibrarlas
La rueda siempre gira, pero no es destino ciego: es el reflejo de tu mente y tu capacidad de confiar. Cuando liberas los pensamientos limitantes, dejas de ser espectadora de tu vida para convertirte en la guardiana de tu propio destino.
“En Eka Emotion te enseño a leer los símbolos de la vida y transformarlos en caminos de sanación. Porque todo ciclo tiene un mensaje y cada raíz, una nueva floración.”
En el Círculo Mujer Raíz caminamos juntas este proceso: exploramos las emociones que arden en el cuerpo, las raíces ancestrales de nuestra fuerza y los símbolos que nos guían hacia la calma y la libertad interior.
Janeth Arenas




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